martes, 15 de septiembre de 2015

José Luis Ortega, se hace cargo de la escuela y el equipo femenino de waterpolo del Metropole.



Después de haber estado tantos años al frente del primer equipo y haber estado un año "apartado" del waterpolo, como te sentiste.
            Por volver, contento y tener la sensación de que estoy dónde debo estar. Con respecto al año pasado, lo puedo resumir en una sola palabra" DECEPCIONADO" dado que ves que en tu propio Club, no se reconoce el trabajo que has realizado, además nadie me supo, ni me logro explicar cuáles eran las razones por las que estaba fuera de la sección. Comentar que nunca me he sentido apartado, dado que tanto entrenadores como jugadores no me daban muestras de rechazo. Más que estar  “apartado” lo vivía desde otro punto de vista.
Algo que te llamara la atención la temporada pasada después de haberte "apartado" del equipo.
Algo que me llamó mucho la atención y que quiero agradecer, son las muestras de cariño desde todos los rincones de España, personas que me dieron ánimo, el cual recibí, de forma personal (llamadas, mensajes, etc. de ex entrenadores, entrenadores, ex árbitros, árbitros, ex jugadores…) darles las GRACIAS.
Quizás poca gente se diera cuenta que gran parte del trabajo que realicé en el Club a lo largo de todos estos años fue de gestión, al igual que con todos los demás aspectos del entrenamiento esta faceta de la profesión requiere de una gran integridad. Esto se traduce en dar seriedad, ganarse el respeto, asistir a reuniones, estar en comités de trabajo, colaboraciones…  tanto dentro como fuera del Club. Este trabajo requiere una dedicación extra, y no esta remunerada, exige además conocimientos y profunda dedicación e implicación adicional por el waterpolo. Si a lo que se pretende llegar es que el waterpolo este cada vez mejor dirigido, creo que los entrenadores jugamos un papel clave en su administración. Creo que la principal DECEPCIÓN por parte de un entrenador, en cómo llevar el waterpolo es la falta de conocimientos técnicos y de comprensión por parte de los dirigentes no entrenadores. A pesar de todo creo, como en mi caso, que los entrenadores debemos ser pacientes y colaboradores, dado que esto forma parte del entrenamiento con integridad.
Crees que en Canarias hay buenos entrenadores. 
Lo  tengo absolutamente claro  los entrenadores canarios están muy capacitados, sacando petróleo de dónde no lo hay. Nunca he tenido la más mínima duda de ello. 
Desde mi perspectiva, creo que donde he estado he dado muestras de profesionalidad, siempre he mirado las cosas con una doble perspectiva: qué nivel y dedicación hacia el waterpolo había cuando yo llegué y que nivel y dedicación había cuando no estabaEn ese sentido, siempre he terminado con una gran satisfacción, porque normalmente los sitios donde he estado (Gran Canaria, Ciudad Alta y Metropole) he llegado con el club en una posición concreta y cuando el ciclo se ha acabado el club estaba en otra posición mucho más alta y había mejorado y evolucionado, al igual que los deportistas. Esto es lo que me llena como entrenador.
Que ha significado para tí el llevar el primer equipo del Metropole.
Para mi llevar el Metropole fue una etapa muy bonita, porque es el club de mi tierra, en el que me crié y en el que he hecho amistades, ascendimos y fuimos capaces de mantener la categoría durante una década y hemos vuelto a ella en un año. Esto para alguna gente a lo mejor no tiene valor, pero para un equipo que nunca había ascendido,  el tener estabilidad es un gran valor añadido. Ese tipo de cosas, y el ver que jugadores que empezaron contigo siendo niños, ahora son muy buenos jugadores de Primera División,  es la que a mí como entrenador me llena"
El club es ahora mismo un club que ya tiene más experiencia en la Liga, es un club que ya tiene de un nivel medio-alto, pero esa evolución ha tenido que pasar previamente por un ascenso, una consolidación y un paso a paso. 
No se suele valorar el hecho de ser un equipo que consiga año tras año su objetivo, aunque éste sea el de la permanencia.

Estuviste como preparador fisíco de las secciones de natación, sincro, y waterpolo del Metropole, cuéntanos como fue la experiencia.

            Fue una sensación agridulce, algo diferente a lo que había realizado anteriormente. Ya colaboraba, desde hace años, asesorando e, incluso llevando la preparación de los primeros equipos de natación y waterpolo. 
Dulce, por el contacto directo con los deportistas (la mayoría, buenos/as deportistas y mejores personas) y agrio, porque tampoco fue lo que yo pensaba debía ser la forma de entender el proyecto de elaboración de una estructura, y todo esto, unido al cambio sufrido, fue complicado de llevar.
            Yo siempre he pensado que el deportista debe ser multidisciplinar, todas las disciplinas, todas las ciencias que puedan aportar o dar algo al deportista es significativo para los procesos de él, del entrenamiento. Es bastante difícil hacerle entender al deportista (incluso a algún entrenador) la importancia que tiene la Psicología del Deporte, por ejemplo. Es difícil hacerle entender a los directivos, la importancia de contar con un médico, con un fisoterapeuta, con un nutricionista (no por el coste económico, que creo que se pueden buscar convenios de todo tipo)  dado que son beneficiosos en los resultados deportivos, en los logros y en su preparación. Una vez que se entienda esto, se dará un paso de gigante. Pienso que se tiene que empezar a trabajar en equipo, pero para los propios entrenadores, se les hace muy complicado, nadie les ha mostrado el camino, y habría que buscar una persona que fuera capaz de aunar, orientar y enseñar a trabajar en equipo, esta es mi opinión personal.
A pesar de todo, la experiencia ha sido enriquecedora, siempre me ha gustado trabajar con gente deportista (chicos y chicas) que se quieran implicar, hablar con ellos, escucharles, reírnos juntos, trabajar duro, etc. Pero mi pasión es el waterpolo y es en lo que realmente me siento más a gusto.

Y esta temporada "vuelves" al waterpolo, esta vez con la escuelita y el equipo femenino, cuál es tu idea de cómo llevar la base.

Mi idea, dado que considero que ante todo soy un formador, es que trabajo en una “educación” deportiva. Dando desde un primer momento un mensaje muy claro a los chavales y los padres, que deben adquirir un COMPROMISO. 
En lo relativo al trabajo, tengo muy claro que debo adaptar los ejercicios a la disponibilidad motriz de los chavales, además, que las actividades que plantee, deberán favorecer la autonomía, en cuanto deben suponer un medio para su formación integral. Intentaré basar el trabajo en mejorar las capacidades perceptivo-motrices con el objetivo de que les sirvan posteriormente para un aprendizaje deportivo, técnico y táctico. Con los más pequeños, evitaré la especialización (boya-defensor boya-portero…) Intentaré potenciar todo lo posible la cooperación y la participación, por encima de la competición y la búsqueda de resultados. Intentaré que entiendan la palabra ACTITUD, trabajando la transmisión de valores a través del waterpolo. Intentaré resaltar y elogiar todos los comportamientos que inciden directamente sobre la mejora de la convivencia, y cuando surjan conflictos, proponer que sean ellos mismos los que propongan como solucionarlos.
A través del juego, cuando se propongan actividades competitivas, utilizarlas como medio para aprender, e infravalorando el deseo de ganar sobre el PLACER POR JUGAR, aprender, compartir, DIVERTIRSE.
Intentaré, sobre todo, ser un ejemplo a seguir de comportamiento pro social y enseñar a respetar a los compañeros, a saber ganar y perder, a cooperar con los compañeros, a ser tolerantes, a respetar las reglas, y sobre todo a tener una ACTITUD crítica hacia determinados comportamientos (ganar a costa de todo). 
En lo relativo al equipo femenino, por ahora estamos comenzando, teniendo tan solo una chica apuntada, que es la primera y además no falta. Seguimos a la espera de que se apunten algunas más.


Acaba de terminar el clinic impartido por el seleccionador nacional Gabriel Hernández, cuéntanos como ha sido la experiencia durante estos cuatro días.
Muy positiva e importante, dado que al ser un deporte tan minoritario, es crucial contar con reciclajes y conferencias para poder mejorar en el día a día. El simple hecho de transmitir ilusión es muy importante y creo que Gaby Hernández ha sabido transmitirla entre los chavales. Para los entrenadores es crucial ver otras formas de trabajo o simplemente que te refuercen lo que ya estas trabajando. El hecho de que las explicaciones no sean sólo teóricas, sino eminentemente prácticas ha hecho que los chavales se impliquen y que los entrenadores podamos contar con matices en determinados ejercicios que nos hagan mejorar en nuestra práctica diaria.
 Para los chavales el tener a Gaby Hernández, doble campeón del mundo, y ahora seleccionador, y el verlo como una persona cercana con ellos, creo que ha sido la mejor motivación inicial que pueda tener cualquier entrenador.
Me quedo con un par de frases que dijo “Estamos en un momento en el que hay que trabajar mucho. Tenemos talento, pero la competitividad y el nivel son máximos” "He visto aquí gente con ganas y deseos de mejorar y de jugar al waterpolo. Esta es la base de todo. Si no pones pasión y ganas en lo que haces, entonces no tienes ninguna posibilidad en nada".
Agradecerle su presencia y desearle lo mejor.
Pues nada Ortega agradecerte como siempre que nos hayas atendido y mucha suerte en tu nueva etapa en el Club.

Muchas gracias a ti por tu colaboración en la promoción de nuestro deporte.


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