PATRI HERRERA, hace balance de sus diferentes etapas en la Selección Española de Waterpolo.

Patri Herrera, jugadora de la Selección Española de Waterpolo, hace un pequeño balance de su paso por las diferentes categorías en las que ha jugado con la Selección Española.


Después de tantos años jugando con la selección en categorías y dejar atrás esta etapa de mi vida waterpolistica, es hora de hacer balance...

Dos selecciones totalmente diferentes: la junior 91 y la juvenil 93. Diferentes grupos de gente pero ambos llenos de personas increíbles con un mismo objetivo, dar lo máximo en cada momento y llegar hasta el final.

Muchas veces hemos cambiado de técnicos, jugadoras, físios, médicos y delegados... Pero todos y cada uno de los que han ido pasando han sabido aportar su granito de arena, ya sea personal como deportivamente, y así hemos ido creciendo todas y cada una de nosotras hasta llegar lo que somos ahora.

Han sido muchos países visitados: desde sitios bonitos como Italia, Grecia o Hungría... A otros que no nos han gustado tanto como Ucrania o Rusia...

Hemos pasado por infinidad de hoteles: unos con vistas a la playa, otros con vistas al bosque, otros en medio de la ciudad y otros a los que nos cuesta llamar hoteles. Donde la comida ha sido mejor y peor. Donde las camas han sido más cómodas o menos. Donde había aire acondicionado o un simple ventilador.

Ha habido momentos deportivos muy dulces, como jugar varias finales y otros un poco más amargos, de los que hemos sabido aprender, como perder el partido crucial de cuartos y quedar fuera de la lucha por las medallas.

Pero de todos estos años, a pesar de las adversidades, siempre hemos sabido sacar lo positivo de las cosas y disfrutar al máximo de cada instante. Hemos podido crecer como personas y como jugadoras. Y hacer del equipo una piña que no es fácil destruir.

Ahora esta etapa se acaba, pero aún quedan muchos países por visitar, muchos momentos dulces y otros que no lo serán tanto por vivir, muchos hoteles en los que dormir y muchas aventuras por disfrutar.

Poca gente tiene la suerte de poder decir que en los últimos cuatro años ha jugado cuatro finales, tres de campeonatos del mundo y una de europeo.

Desde el 2010 en Ucrania, donde empezó todo, aquel año en el que la plata europea nos supo a oro; pasando por el 2011 en Trieste, donde cerramos la etapa junior 91 haciendo historia y consiguiendo la primera medalla de oro para el waterpolo femenino español; llegando al 2013 en Barcelona con la absoluta y quedando campeonas del mundo; hasta ayer en Grecia, donde cerrando la etapa del 93, nos llevamos una amarga plata que nos sabe a poco.

Se dice pronto. Pero después del trabajo de tantos años, de tantos momentos buenos y malos, de tantas lesiones, lágrimas y sufrimiento, yo os puedo decir que, por muy pronto que se diga, para mi siempre va a ser lo más grande.

Dos oros mundiales, una plata mundial y una plata europea. Este es el balance deportivo después de 6 años increíbles. Pero sin las personas tan maravillosas con las que he tenido el gusto y el placer de convivir no habríamos llegado hasta donde estamos. Por eso os doy gracias a todos y cada uno de los que formáis parte de esta gran familia waterpolistica a la que tengo el placer de pertenecer, por hacerme vivir y disfrutar todos y cada uno de estos momentos que no olvidare jamás, por hacerme crecer como persona y como jugadora, simplemente, por ser así. Sin todos vosotros esto no sería posible.

¡GRACIAS DE TODO CORAZÓN!